Se paró el tiempo unos segundos. La ventisca dejo sus copos suspendidos en una fotografía que no albergaba movimiento, una que no sonaba de ninguna forma. Se impuso un silencio entonces, que habría dañado los oídos de cualquier humano o animal de nuestro planeta. Este error en Matrix dejó una fisura que dio paso al descenso de la burbuja metálica en la que se encontraba Dot. Reflejó su entorno lácteo durante los dos últimos segundos de la falla y se perdió donde antes se enterraron las patas de su nave.
Volvió el ruido y los zarandeos del viento. Con ellos, el zumbido que la esfera emitió al desplazarse a gran velocidad bajo el manto nevado. Lanzando nieve a ambos lados a lo largo de unos metros que dibujaron su trayectoria, se perdió, como si se hubiese sumergido a más profundidad y ahora fuese invisible. Desapareció de la escena a la vez que su nave que, reflejando su entorno, se tiñó de un camuflaje que la protegería hasta la vuelta de su único tripulante.
El extraterrestre, inmóvil dentro de su burbuja, se desplazaba a gran velocidad ladera abajo. Sus habilidades mentales le permitían ver la superficie, captar el movimiento de cualquier ser vivo en varios cientos de metros y analizar los cambios de temperatura que se iban sucediendo en su frenético acercamiento a las poblaciones más próximas.
En el camino se cruzó con ardillas, cabras y osos. No detuvo su trayectoria, aunque sí hizo un análisis rápido de la fisionomía de estos animales, que almacenaría como los primeros datos recogidos de los habitantes del octavo planeta que visitaba en su exploración espacial. Hubo algo de estos seres que llamó su atención, pero no supo reconocer que era. Continuó unos metros más, hasta que un fuerte dolor justo donde uno de nosotros tendría los ojos le hizo parar en seco. Se retorcía de dolor. Se volteaba en el líquido viscoso que llenaba la esfera. Emitiendo un ruido roto y agudo.
En su largo viaje no había sentido nada parecido. Dolor y placer en una misma punzada. La razón de todo. El sumun de la existencia. El verdadero motivo de su búsqueda.
Rastreaba y analizaba con ansiedad, filtrando miles de datos que no explicaban su desenfreno. Árboles, insectos, rocas, viento… y él. Ahí estaba. Un rayo de éxtasis recorrió su cuerpo reptiliano al sumergirse en los profundos ojos de su hallazgo. Jadeaba este, mirando en su dirección. Como afectado por lo desconocido. Con el arrojo que le aportaba el miedo. Con una víctima sin vida entre las patas delanteras y su sangre chorreando entre los dientes. Con sus orejas picudas buscando respuesta y el porte imponente de los de su especie, aulló, para dejar claro quién era. Para dejar claro que presentaría la más dura de las batallas, fuese quién fuese el que había interferido en su festín.

Interesante los hallazgos de la visita al octavo planeta.
El dolor y el placer, el sumun de la existencia.
Esperando el próximo capítulo.👌👌
Cuál ha sido la causa de ese dolor y cuál es el origen del líquido viscoso? Su sangre?
En siguientes capítulos se explica mejor. Gracias por leerlo, Paco!
Gracias a ti, por supuesto. 👍