Qué difícil volar si naciste avestruz,
imposible nadar en el estanque seco.
Qué tortura la lluvia hacia arriba,
caer a plomo sobre el nuboso cielo.
Cuántas noches convertidas en días,
mañanas rendidas al balanceo.
Qué desastre alcanzar y llegar
a donde temblaran los dedos.
La maldad de saber, sin dudar,
que se acerca y no quiero.
Ahora toca ser fuerte, entender
que será duro el encuentro.
Siempre quedará ese hueco,
siempre permanecerá
desocupado, trasparente, eterno.

Me suena precioso, me provoca tristeza.
Un hermoso poema.
Te superas cada día, sospecho que llegarás lejos.👏👏👏