La vida ajena.
La vida que es muy ajena cuesta creer que sea real.
La vida que es muy ajena cuesta creer que sea real.
Un hechizo mágico y eterno se rompió. Se volvió real hasta la caducidad, se volvió cotidiano para poder ser verdad.
Incluso el tren que descarrila tenía el rumbo marcado.
¿Lo de ir por libre deja en evidencia a lo otro?
Un anciano puede saber por lo que está pasando un joven. Al contrario, el joven solo puede imaginarlo.
Una chica, hundida en la adicción, lloraba desconsolada por qué el Sol ya no llegaba hasta ella y las sombras se estaban apoderando de su [...]
¿Hasta cuándo los espejos sin filtros?
No quiero ser yo, a menos que muchos otros quieran serlo.
¿Qué excusa tiene el reloj que no se para?
Colocó la valla. Le faltaba decidir a qué lado de ella se quedaría.