
Dormía plácidamente hasta que una luz entró por mi ventana e iluminó toda la habitación. Aún estaba abriendo los ojos cuando escuché dos golpes que Rayo dio en la ventana con su enorme cabezota.
— ¿Qué pasa Rayo? ¿qué es esa lu…?— no terminé la frase porque me había quedado boquiabierta al ver lo que ocurría. Un mini platillo volante, con luces de colores por todas partes sobrevolaba la granja, un momento después se ocultó muy despacio detrás del granero.
Salté por la ventana de mi habitación y corrí con Rayo a ver que hacía el pequeño ovni. Cuando llegamos estaba a un metro del suelo, siguió bajando mientras de él salían cuatro patas con las que se posó en tierra firme. Todas las luces, menos una azul que iluminaba la parte de abajo del cacharro, se apagaron. Entonces la cúpula superior se abrió dejando salir un humo blanco y una luz verde, y al instante ¡el extraterrestre saltó fuera del platillo!.
Un momento ¿el extraterrestre? ¡pero si era un gato! Eso sí, un gato espacial, que se acercó, se sentó frente a nosotros y mirándonos dijo con voz gatuna:
— ¡Mooly! Moooooollllyyyyy— y así todo el tiempo.
— Mooly, Mooooooooooollllllly—
Y se fue con la cola hacia arriba a dentro del granero, donde dio un par de saltos hasta subirse a una viga del techo, se acurrucó y se durmió. Sin duda el gato/extraterrestre Mooly vendría muy cansado de un viaje tan largo, así que lo dejamos descansar tranquilo.
Nosotros también fuimos a dormir. Rayo bajo mi ventana, algo asustadillo, y yo en mi cama con la ventana abierta. Despertamos con las voces de mi papá que con el gato espacial entre los brazos decía:
—¡Julia! ¡mira que gato más mono!
—¡Qué bonito! Si no tiene dueño nos lo quedamos.
El minino nos miró, sonrió y nos guiñó un ojo. Parece que había llegado para quedarse un nuevo compañero en la pandilla. ¡EL GATO ESPACIAL MOOLY!
Su ovni, además, había desaparecido.

Un cuento muy divertido.
Seguro que gustará mucho a los niños.
A mí me ha entretenido y lo he disfrutado como una enana.
¡Gracias! ¡Si hay uno que lo disfruta, ya me vale!