Lo había oído en el bar donde me paré a desayunar. No pude escuchar la noticia con claridad porque el camarero me decía la cuenta justo en ese momento y cuando me giré hacia la televisión ya habían saltado a lo de Ucrania. Más tarde, en el metro, un señor cerraba el periódico un segundo después de que empezara a leer ese titular que no paraba de rehuirme. Me quedé igual, a medias. Nada más llegar al trabajo busqué en internet para comprobar si lo que había medio escuchado era cierto. No tuve que insistir en la búsqueda, rápidamente lo encontré:

Descubren como revertir la metástasis

El equipo médico del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla muestra una solución verificada que puede salvar la vida de millones de personas aquejadas de cáncer en todo el mundo. Su implantación no conlleva gran dificultad y podrá hacerse efectiva en cualquier hospital en pocos meses.

Temblando, cogí el móvil del bolsillo y llamé a mi padre. Tres tonos después una voz triste me contestó y pude, por fin, decir sin mentir lo mismo que llevaba titubeándole varios meses atrás:

“Papá, todo va a mejorar”.