El vagabundo está sentando en la parada del autobús, haciendo como que va a algún sitio. Sintiéndose por un momento como uno más de la cadena. Viviendo una feliz alucinación. Luego, al sufrir las miradas de desprecio de los usuarios prioritarios de la marquesina, esos que le darán un uso realmente importante al asiento, despierta y la tristeza de golpe le regresa.

Qué triste !!
Porqué existen tantas desigualdades ??😥😥
Si que es triste, la verdad. Si que es triste la verdad.