Una recta de seis kilómetros. Es de noche. Un coche familiar con dos niños pequeños en sus sillitas y dos padres conversadores circulan con tranquilidad.

A lo lejos en el espejo dos luces, a lo cerca de repente un cohete los zarandea casi haciéndolos perder el control.

Un niñato a toda velocidad casi los mata. Los padres maldicen y los niños lloran. No saben que en realidad el ruido de los neumáticos y el rugido del motor del deportivo sobre el asfalto han asustado al mastín, que pretendía cruzar la carretera, salvándolos de morir al atropellar al perro. Un loco con coche y la providencia, han salvado al instante cinco bienaventuradas vidas.